El titular lo dice todo, oportunidad perdida. El fin de semana pintaba de lujo. El Zaragoza - Tenerife terminó en tablas y el Rayo y la Real Sociedad pincharon en casa. Si el Hércules hubiese conseguido la victoria, se habría colocado en puestos de ascenso, lo que significaba depender de sí mismo para subir. Ahora ya no dependemos de nosotros en estas siete jornadas que restan.
El empate ante el Nástic es justo. El equipo catalán no se jugaba nada, primas aparte, pero se dejó la piel en el terreno de juego. Si los tarraconenses hubiesen jugado toda la temporada como los dos partidos ante el Hércules, ahora mismo estaría luchando por ascender.
Los aficionados nos hemos quedado con un mal sabor de boca. Los jugadores deben demostrar en Eibar que quieren ascender, porque el juego desplegado en las últimas jornadas, deja muchas dudas en la parroquia herculana. Para ese partido recuperamos en defensa al Gran Capitán, Sergio Fernández, y a Ruz y el equipo estoy seguro que lo notará para bien.
Mandiá siempre ha comentado que todo se decidirá en las últimas cuatro jornadas. Esperemos llegar bien posicionados a esas alturas, porque el calendario es muy favorable en el tramo final de Liga. De momento, toca pensar en el Eibar. No nos vamos a rendir.
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