Me quedo con el resultado. A estas alturas de competición, es lo único que cuenta. Vale lo mismo la victoria pírrica de ayer ante el Eibar, que la goleada al Sevilla Atlético. Cierto es, que hemos llegado al último tramo de Liga sin gasolina, con el piloto de reserva encendido, pero los demás también van con el depósito tiritando. El Zaragoza ganó el derbi aragonés con algo de fortuna, mientras que el Rayo sufrió mucho para llevarse los tres puntos de Salamanca.De nuestro partido, como iba diciendo, poco que reseñar. El Hércules realizó un fútbol efectivo, sólido en defensa, cómo bien aventurábamos desde aquí. Mandiá apostó por jugadores con buen juego aéreo, de ahí la presencia de César, Taborda o Tuni en el once inicial. En ningún momento del partido nos encontramos cómodos con el balón. Quizá, lo que más note el equipo ,es el bajón que atraviesa la pareja de mediocentros Farinós-Abel Aguilar. Cuando uno de los dos no está bien, el equipo no carbura. Esperemos que el día del Tenerife vualvan a ser los de hace un par de meses, porque serán imprescindibles en lo que resta de Liga.
Faltan seis jornadas, en la que vamos a disputar cuatro partidos en el José Rico Pérez. Se antoja vital el partido del sábado que viene frente al Tenerife para llegar con posibilidades en la recta final. Para ese partido se abrirá la 'grada tejero', hecho que no sucedía desde el año del último ascenso a Segunda División frente al Alcalá.
Es el momento de que la afición eche el resto. Nadie dijo que el ascenso iba a ser fácil, es más, a principio de temporada, nadie hablaba de ascenso. Hemos llegado al sprint final con opciones, por tanto, nosotros también debemos darlo todo. ¿Quién sabe cuando volveremos a vernos en una situación similar?
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