29 de enero de 2012

Sin fortuna de cara a puerta

No estuvo acertado ayer el Hércules de cara a puerta. Una derrota de la que se pueden extraer conclusiones tanto positvas como negativas. Lo peor, claro está, fue el resultado, que poco se ajustó a la realidad del encuentro. Así, a bote pronto, sin ver el resumen del encuentro, se me ocurren más de cinco ocasiones manifiestas de gol, que hubiesen significado una goleada local. Pero el marcador final fue muy distinto.

Me gustó mucho la puesta en escena. Volvía Diego Rivas tras su sanción, pero Mandiá volvió a apostar por un 'once' ofensivo. Con Abel Aguilar y Tiago en la medular, Míchel por delante, Felipe Sanchón y Carlos Calvo en las bandas y Urko Vera arriba. Las ocasiones se sucedieron en la primera mitad. Dos mano a mano con el portero visitante, que ni Urko, ni Sanchón acertaron a rematar. Dos balones estrellados al poste, en sendos remates de cabeza. Y un disparo de Míchel a bocajarro que sacó un defensa prácticamente en la línea. Ocasiones suficientes como para irse con ventaja al descanso, pero el electrónico no se movió en los primeros 45 minutos.

La segunda parte empezó parecida a la primera, pero poco a poco el Villarreal fue haciéndose dueño y señor del balón. Mandiá se impacientaba en el banquillo y preparó un doble cambio que destrozó al equipo. Quitó a la referencia ofensiva del equipo, Urko Vera, para poner a Tote en esa demarcación que se ha puesto tan de moda últimamente, y al que personalmente le tengo muy poco afecto, el delantero 'mentiroso'. Ese falso '9' que algunos conjuntos utilizan para que los centrales no tengan ninguna referencia y les sea más difícil defender al equipo contrario. Mandiá ya lo intentó en algunos partidos con Míchel, en otros con Sardinero y ayer probó con Tote, pero no salió nada bien.

Al mismo tiempo quitó también a Sanchón, que lo estaba haciendo bastante bien, para hacer debutar al brasileño Gilvan Gomes. El equipo empeoró, dejó de crear ocasiones claras y la posesión de balón del Villareal era cada vez mayor. El filial del subamarino amarillo, plagado de juveniles, perdió la vergüenza y decidió ir a por el partido. Falcón salvó en primera instancia, con un paradón, el 0-1. Pero un minuto después no lo pudo evitar.

A partir de ahí, el Hércules lo intentó a la desesperada. Entró Aganzo por Tiago y Samuel se puso de delantero. El esquema táctico era indescriptible. Aun así Tote tuvo en sus botas el empate, pero no era el día. Mariño se convirtió en la pesadilla blanquiazul. En el descuento, con los alicantinos volcados, llegó el definitvo 0-2 a la contra.

Resultado final muy engañoso, pero esta categoría es así de dura. Hemos ganado varios partidos haciendo lo que hizo ayer el Villareal B, así que ayer perdimos recibiendo de nuestra propia medicina. A pensar en el siguiente partido, que jugando así, y creando tantas ocasiones, pocos choques vamos a perder. Seamos optimistas.

Foto: La Verdad

22 de enero de 2012

Mágico Tote

Volvió a ver puerta el mago, el ilusionista: 'Harry Tote' como le apodó en su momento Teddy García. El Hércules dominó de principio a fin, pero cuando Mandiá hizo el doble cambio de Tote y Aganzo por Urko y Felipe Sanchón, el partido estaba atascado. Fue muy protestado ese doble cambio, no por los jugadores que entraban en escena (que el partido los estaba pidiendo a gritos), sino más bien por quitar al único delantero centro que había en ese momento en el terreno de juego, Urko Vera.

Sin embargo, esa flor con la que cuenta Mandiá volvió a relucir. No habían pasado ni cinco de segundos de la bronca del respetable, por el doble cambio, y Samuel cabeceó a gol una falta botada por Carlos Calvo y que Aganzó peinó por el camino. Ese gol ponía muy de cara el choque y en ese momento fue cuando Tote decidió sacar la varita y poner la magia.

Primero un jugadón, cogiendo el balón en el centro del campo y marchándose de todos los rivales que le salían a su paso, pero no supo finalizar la obra maestra. Unos minutos después volvió a recoger el balón en el mismo sitio, sin embargo esta vez nadie del Huesca se atrevió a cortarle el paso. Prácticamente le pusieron la alfombra roja para que una vez entrase en el área marcase a placer. Más de un año hacía que el madrileño no marcaba.

Viendo la imagen del equipo. A pesar de que teníamos bajas importantes como la de Arbilla y Diego Rivas, no sé si quizá Mandiá ha dado por fin con el 'once' que debe jugar, al menos, los partidos de casa. Tiago Gomes hizo su mejor encuentro de la temporada, al lado de Abel Aguilar. Y Míchel, por delante de los dos, dio mucha más fluidez al equipo en ataque.

Terminamos la primera vuelta con 39 puntos, un registro al alcance de muy pocos. El mejor Hércules por detrás del de los dos últimos ascensos a Primera. ¿Quién no firma hacer los mismos números en la segunda vuelta?

Flojo Hércules

Partido muy flojo del Hércules. Quizá uno de los peores partidos a domicilio junto con el de Girona y el de Soria ante el Numancia. Los de Mandiá estuvieron a merced del Xerez durante todo el encuentro.

Se adelantaron pronto los locales, aunque poco después Urko Vera, a balón parado, como no podía ser de otra forma, daba esperanzas a los alicantinos. Tras el empate los visitantes volvieron a regalar el balón a los de Vicente Moreno, que con muchas más ganas y empuje lograron marcar un segundo gol que les dio la victoria.

Avanzada la segunda mitad, Mandiá intentó cambiar la situación dando entrada a Tote y Aganzo, pero el equipo no mejoró. Para colmo, el equipo terminó el partido con nueve jugadores, al ser expulsados por doble amarilla Sergio Alejandro Díaz y Diego Rivas.

Foto: Diario de Jerez

10 de enero de 2012

Los reyes traen una nueva victoria

El año nuevo trajo una nueva victoria, que no se aleja demasiado a las logradas en las primeras jornadas de esta temporada. Victoria por la mínima, en el último minuto y no demasiado merecida.

El Hércules afrontó el encuentro ante Las Palmas con las bajas de Diego Rivas, Aganzo y Escassi. Problemas en el centro del campo que suplió notablemente Arbilla. El todoterreno herculano, capaz de jugar en cualquier posición, fue el mejor jugador local. El único que dio salida al juego de ataque ante la pasividad de Tiago Gomes y la incapacidad de Abel Aguilar. Dos jugadores que deberían marcar las diferencias en esta categoría, pero que ni se acercan al nivel mínimo exigido. Esperemos que en este nuevo año, podamos ver al portugués y al colombiano más acertados. Si el equipo quiere pelear por el ascenso, ambos jugadores deben dar un paso al frente.

Los alicantinos dominaron los primeros compases. Peña y Carlos Calvo volvían loco a Pignol por la banda izquierda. Pero faltaba una referencia arriba. Mandiá dejó a Urko Vera en el banquillo y apostó por Míchel como ese delantero 'mentiroso' que tan de moda ha puesto el Barcelona de Guardiola. Veinte minutos duró el buen juego. Poco a poco los blanquiazules se fueron diluyendo y Las Palmas fue creciendo.

La primera mitad se saldó sin un lanzamiento a la portería defendida por Barbosa. Muchos centros, varias llegadas al área, pero ningún chut entre los tres palos. En el otro bando, Jonathan Viera lanzaba contrataques cada vez más peligrosos, pero los canarios tampoco demostraron mucha mordiente arriba. Sólo los errores de un arbitraje horroroso caldeaban el ambiente.

Y la segunda parte empezó peor de lo que terminó la primera. A los cincuenta segundos, se adelantaban los visitantes, merced a un cabezazo de Quiroga que remataba solo ante la mirada de los dos centrales. Pintaba muy mal la cosa.

Pero 'la flor de Mandiá' a la que a tantos aficionados gusta, no tardó en aparecer. Cinco minutos después, un lanzamiento directo de falta lanzado por Carlos Calvo, aparentemente fácil de atrapar, se lo comió Barbosa. A partir de ahí, el Hércules volvió a hacerse dueño del balón, pero como en la mayoría de partidos era una posesión ficticia. Ya que una vez se cruzaba la línea del centro del campo únicamente Carlos Calvo y los cambios de sentido de Arbilla daban fluidez al ataque.

Mandiá se quitó la venda de los ojos. Por una vez decidió quitar a Tiago Gomes y meter a Urko Vera para dejarle a Míchel la zona de creación. No mejoró demasiado el equipo y el siguiente en entrar en escena, ante la petición del público, fue Tote. Pero con el madrileño en banda, tampocó hubo buena circulación de balón. Al final con más corazón que cabeza, el Hércules apretó a base de faltas laterales y corners. A tres minutos de la conclusión, de nuevo una falta lanzada por Carlos Calvo se estrelló en el poste.

Todo hacía indicar que el Hércules iba a volver a pinchar en casa. Pero en el último minuto un balón dividido al que intentaba llegar Abel Aguilar se saldó con un penalti a favor. Aún no se si por mano de Ruymán Hernández o por sacar a pasear su brazo, o por ambas cosas. Míchel convertía el primer penalti pitado a favor del Hércules en la actual campaña.

Victoria balsámica, viendo los últimos resultados cosechados en el Rico Pérez y que sirve para volver a retomar la confianza tras el parón navideño. La competición ya no para, el próximo domingo espera el Xerez.