La joya de la cantera saltó al terreno de juego como revulsivo, con el marcador en contra. Tanto Esteban Vigo, como la afición, confiamos ciegamente en este chaval, que dentro de unos años, seguramente, dará mucho que hablar en el fútbol nacional. Es cierto que en los primeros compases no estuvo muy acertado. Cada balón perdido suponía una bronca del míster, que no ayudaba en exceso. Desde la grada se apreciaba algo raro, pero sin llegar a saber lo que verdaderamente estaba ocurriendo.
Con el encuentro finalizado el 'boquerón' contaba en rueda de prensa que el problema de Kiko fue la ansiedad. Un ataque de ansiedad en pleno partido, con lo que eso supone. La idea de Esteban Vigo, en un primer momento, fue cambiarlo, como se aprecia en el magnífico video emitido en 'El Día Después' de Canal+, uno de los mejores programas deportivos que se emiten actualmente en televisión.
Pero ahí aparecio la gran figura de Rufete, el padre, el profesor. Un jugador que no estará para florituras en el terreno de juego, pero que su experiencia, su profesionalidad y su compañerismo, hace de él un futbolista imprescindible en este vestuario. Uno de los motivos por los que la comisión técnica decidió seguir contando con él, en el nuevo proyecto en Primera División, son todas esas cosas que los que vamos domingo tras domingo al Rico Pérez, no vemos: El día a día. Y en aspecto Rufete es todo un crack.
El video lo dice todo. Cuando el entrenador estaba dispuesto a quitar a Kiko, Rufete aparece en escena "¡No lo cambies, ostia!", "¡Que le den por culo al partido!". El de Benejúzar tiene muchos kilómetros a sus espaldas y sabe que un cambio, en esa situación, no le iba a ayudar en nada a Kiko, sino que quizá lo hubiese hundido más. Todo esto tiene aún más mérito si tenemos en cuenta, que tanto Kiko como Rufete son dos futbolistas que juegan en la misma posición.