Así es el Hércules, apelando a la épica para aspirar a conseguir catorce años después el deseado ascenso a Primera División. El final del partido se puede describir con un texto que el conjunto alicantino utilizó en la famosa campaña de abonos con el lema de "La batalla continúa...". Decía lo siguiente: "Y cuando todo parecía estar perdido, entre el humo de la contienda algo empezó a moverse. Hércules, apoyándose en su estandarte, se irguió como un titán." Eso fue lo que ocurrió, cuando peor pintaban las cosas, apreció Portillo para dar la victoria. A partir de ahí la locura se desató en las gradas.
En una primera parte primorosa, en la que merecimos golear al Rayo Vallecano, en el tiempo de descuento Coke enmudecía el Rico Pérez, en el primer tiro entre los tres palos del equipo madrileño. Ni Danciu, ni Portillo estuvieron finos de cara a puerta. Mientras, Peña no se cansaba de subir una y otra vez por su banda, Tiago estaba en todos lados y Farinós distribuía con criterio. Las ocasiones se sucedían, pero la pelotita no estaba dispuesta a entrar. Con el gol de los hombres de Felipe Miñambres se cerraba el primer periodo.
Tras el descanso, la afición no bajo los brazos, ni el equipo tampoco. Con energías renovadas, se logró empatar el partido, a los tres minutos. Quedaba prácticamente toda la segunda mitad para conseguir un gol que dejase a los de Esteban Vigo a noventa minutos de la gloria. Los visitantes, firmaban el empate y acumulaban hombres en su área, al más puro estilo 'catenaccio'. Los blanquiazules se iban atascando con el paso de los minutos. A Farinós se le nublaron las ideas. A Tiago, el físico no le aguantaba más. Lo mismo con Sendoa.
Y el 'boquerón' se la jugó los últimos 10 minutos con tres defensas, Abraham Paz de pivote en el centro del campo y toda la artillería arriba: Danciulescu, Delibasic, Portillo, Tote, Cristian y Kiko. Con el equipo partido en dos, el Rayo quiso aprovechar alguna contra, pero veían con buenos ojos las tablas en el marcador como Felipe Miñambres reconoció en rueda de prensa.
El momento álgido de la temporada estaba por llegar, cuando peor pintaban las cosas. A tres minutos del final, Portillo llamaba a las puertas del cielo, gracias a una asistencia de Delibasic con la testa. Con este gol, aunque no se haya conseguido todavía nada, queda saldada la cuenta pendiente con el fútbol, tras el penalty fallado por Farinós la pasada campaña ante el Celta.
Los jugadores no pudieron celebrarlo sobre el campo, como lo merecen, por culpa de la invasión de campo de la hinchada herculana, que verá como su equipo visita Irún dependiendo de sí mismo para subir a la máxima categoría del fútbol español.
Foto: La Verdad
En una primera parte primorosa, en la que merecimos golear al Rayo Vallecano, en el tiempo de descuento Coke enmudecía el Rico Pérez, en el primer tiro entre los tres palos del equipo madrileño. Ni Danciu, ni Portillo estuvieron finos de cara a puerta. Mientras, Peña no se cansaba de subir una y otra vez por su banda, Tiago estaba en todos lados y Farinós distribuía con criterio. Las ocasiones se sucedían, pero la pelotita no estaba dispuesta a entrar. Con el gol de los hombres de Felipe Miñambres se cerraba el primer periodo.
Tras el descanso, la afición no bajo los brazos, ni el equipo tampoco. Con energías renovadas, se logró empatar el partido, a los tres minutos. Quedaba prácticamente toda la segunda mitad para conseguir un gol que dejase a los de Esteban Vigo a noventa minutos de la gloria. Los visitantes, firmaban el empate y acumulaban hombres en su área, al más puro estilo 'catenaccio'. Los blanquiazules se iban atascando con el paso de los minutos. A Farinós se le nublaron las ideas. A Tiago, el físico no le aguantaba más. Lo mismo con Sendoa.
Y el 'boquerón' se la jugó los últimos 10 minutos con tres defensas, Abraham Paz de pivote en el centro del campo y toda la artillería arriba: Danciulescu, Delibasic, Portillo, Tote, Cristian y Kiko. Con el equipo partido en dos, el Rayo quiso aprovechar alguna contra, pero veían con buenos ojos las tablas en el marcador como Felipe Miñambres reconoció en rueda de prensa.
El momento álgido de la temporada estaba por llegar, cuando peor pintaban las cosas. A tres minutos del final, Portillo llamaba a las puertas del cielo, gracias a una asistencia de Delibasic con la testa. Con este gol, aunque no se haya conseguido todavía nada, queda saldada la cuenta pendiente con el fútbol, tras el penalty fallado por Farinós la pasada campaña ante el Celta.
Los jugadores no pudieron celebrarlo sobre el campo, como lo merecen, por culpa de la invasión de campo de la hinchada herculana, que verá como su equipo visita Irún dependiendo de sí mismo para subir a la máxima categoría del fútbol español.
Foto: La Verdad
Enhorabuena, ya está casi hecho!!! ahora nos vemos en Riazor y en el Rico Pérez el año que viene ;)
ResponderEliminarMucha Suerte y Enhorabuena!!
enhorabuena. Lo váis a tener muy complicado porque el Real Unión es un equipo muy difícil, pero al menos dependéis de vosotros solos.
ResponderEliminarhttp://salonredondico.blogspot.com
Vaya final de partido! Pensaba que todo se acababa con ese empate y escuchando a Juanfran por la radio la cosa no parecía pintar nada bien... pero ahí está la épica.
ResponderEliminarAhora a no fallar en Irún!
saludos
Enhorabuena!!! Ya solo queda el último empujón, la verdad esque yo siempre confié en este equipo desde el principio. La temporada pasada se os escapó pero en esta lo teneis ya al alcance de la mano, un saludo.
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