¡Hasta siempre jugón!

Sin olvidar que este es un blog dedicado al Hércules, no puedo mirar hacia otro lado cuando recibo la noticia del fallecimiento de uno de los narradores más carismáticos que ha dado el periodismo deportivo de este pais. Andrés Montes siempre fue un auténtico jugón retransmitiendo cualquier deporte. No dejaba indiferente a nadie, se le quería o se le odiaba.

Nos ha dejado multitud de frases hechas que ha ido repitiendo retransmisión tras retransimisión y que ahora mismo están en boca de todos. ¿Quién no ha dicho alguna vez que "la vida puede ser maravillosa" intentado imitar al gran Andrés?. Jugando una pachanga de baloncesto, ¿a quién no se le ha escapado un "ratatatatatata", un "pincho de merluza" o un "¡¡Wilmaaaa ábreme la puerta!!"?. ¿Quién no ha soltado un "tiqui-taca" en un partido de fútbol?

Por no empezar a enumerar sus míticos motes, sobretodo de las selecciones españolas de fútbol y baloncesto. "Mr. Catering: Calderón", "E.T.: Gasol", "Espartaco: Felipe Reyes", "Tiburón: Puyol", "Xavi: Humphrey Bogart", "Multiusos: Garbajosa", etc...

O sus innumerables clubes en los que iba incluyendo a jugadores 'especiales'. Siempre me ha hecho gracia algunos en particular, como el de "Gepetto Brothers": Club formado por los jugadores que tienen la muñeca de madera y fallan casi todos los tiros libres, con su presidente Shaquille O´Neil a la cabeza. El club del "Chupa-Chups", en el que sus miembros se caracterizan por no pasar un balón, y sus máximos exponentes están ahora mismo en Memphis. O el "Amarrategui Blues", club al que pertencen los entrenadores caracterizados por sus maneras basadas en la defensa más que en el ataque.

Después de recordar todos estas 'cositas' tan características de ti es cuando me pregunto ¿Por qué todos los jugones sonríen igual? Porque tu si que eras un jugón. Tu voz quedará para siempre en la memoria de los que disfrutamos viendo ganar a la selección española de baloncesto la medalla de oro de en el Mundial 2006 y la del Eurobasket 2009, donde demostraste que "el oro no estaba en Moscú, estaba en Polonia". Solo me queda decir lo que tantas veces le recordabas a Salinas, que suerte tenemos de haberte conocido. Gracias por enseñarnos que a veces la vida puede ser maravillosa, aunque otras como hoy no tanto.