Sólo respondió la afición

Ayer decía que un Elche - Hércules no es un partido más. Viendo la actitud del equipo hoy, parece ser que el mensaje no caló en el seno de la plantilla. La afición estuvo muy por encima de unos jugadores y un entrenador que se tomaron el encuentro frente al eterno rival como una jornada más. Sin ese plus de motivación, sin ese orgullo y sin esa dignidad que es obligatoria para afrontar un derbi.

Todos sabemos que Esteban Vigo suele fijarse más en su equipo que en el rival. A lo largo de la temporada no le ha ido mal con esa fórmula, pero hoy le ha condenado. Mientras él se mostraba despreocupado por la titularidad del pichichi de Segunda División Jorge Molina, Bordalás preparaba una encerrona en el centro del campo. El técnico alicantino colocó un trivote formado por Acciari, Usero y Wakaso y acentuó enormemente la baja de Farinós.

El Elche, sin grandes alardes, sacó del terreno de juego a un Hércules desdibujado, que en ningún momento dio sensación de resucitar. Los ilicitanos con orden y concentración pusieron en demasiados apuros al líder de la categoría. Un líder que, a pesar de estar acompañado por 8.000 corazones blanquiazules, deambuló por el terreno de juego sin alma.

Ahora toca levantarse y volveremos a los topicazos de siempre. 'Sólo se ha perdido un partido', 'eran tres puntos más', 'seguimos líderes', ' de estas derrotas se aprenden', etc... Si es cierto que de los errores se aprende, el Hércules esta mañana ha hecho un doctorado.

Puede parecer una crónica muy dura, pero no eran tres puntos cualquiera ante un rival más. Era el partido más esperado de la temporada. El mayor desplazamiento de la historia del club. Los herculanos que han asistido al Martínez Valero no se han ido decepcionados por el resultado porque, por suerte, cuando ves la clasificación se te pasa el enfado. Se han ido apesadumbrados por la actitud de un equipo que no se tomó el partido tan en serio como la afición.

Foto: David Costa