5 de diciembre de 2009

El árbitro quiso ser el protagonista

Teixeira Vitienes. Les sonará estos apellidos. Dos hermanos que, como árbitros, han conseguido llegar a la élite del fútbol, uno en Primera División y el otro en Segunda. Lógicamente, fue el de la categoría de plata al que sufrimos en Córdoba. ¡Qué afán de protagonismo tienen esta pareja de hermanos!

Con 0-1 en el marcador, merced a un gran gol de Danciulescu, en cuatro minutos decidió expulsar a Sendoa porque sí. La primera amarilla por una mano inexistente, ya que en la televisión se apreció que el balón le golpea en la pierna al vasco. Poco después en un forcejeo en el área en el que el zurdo terminó en el suelo, sin querer engañar al árbitro, le sacó la segunda. Minuto 35 y el Hércules con 10. Es la tercera vez en 15 jornadas que el Hércules termina con un jugador menos antes del descanso. Esta estadística es una barbaridad y más si analizas las expulsiones.

La primera vez fue ante el Villarreal B, una falta más que dudosa de Rodríguez a 20 metros del área terminó con segunda amarilla para el central y expulsión en el minuto 40. La segunda hace dos semanas en Salamanca. Ruefete veía roja directa en el minuto 12 por una supuesta agresión. Lo más grave de estas expulsiones es que en televisión se apreciaron claramente los errores de los colegiados y el Comité de Competición fue incapaz de quitar ninguna tarjeta. Si esta vez no le quitan a Sendoa las dos amarillas, me quedará claro que este tipo de comités pasan de la Segunda División y ni se molestan en ver los vídeos.

En cuanto al partido, el Hércules fue muy superior durante los 90 minutos, tanto con 10 como con 11. Encarriló el encuentro muy rápido y lo tenía clararamente controlado hasta la dichosa expulsión. El Córdoba tuvo la suerte de encontrarse con el gol antes del descanso, pero en ningún momento dio sensación de peligro.

En la segunda mitad, de nuevo los blanquiazules, ayer de negro, dominaban el esférico. La entrada de Kiko en lugar de Danciu dio más velocidad por banda y los alicantinos se aproximaban cada vez más a la portería defendida por Navas. Tanto fue así que el choque murió en el área del Córdoba con un penalti imaginado por Teixeira Vitienes. Primero me dio la sensación,que lo pitó por una supuesta mano de Gerardo, que en realidad fue de Del Olmo. Pero ante las reiteradas protestas de los locales se escudó alegando que el defensa del Córdoba había empujado al atacante del Hércules. Así son los árbitros malos, se equivocan, les entra el remordimiento de conciencia y luego compensan el primer error con otro más gordo.

Farinós erró la pena máxima dejando el marcador en tablas. Resumiendo, un empate bueno que puede dejar mal sabor de boca por ese penalty fallado en el último minuto. El conjunto de Esteban Vigo suma y sigue. Una semana más no saldremos de los puestos de ascenso y ahora esperan dos partidos seguidos en casa que deben servir para consolidarse en los puestos de privilegio de la categoría.

Foto: Diario Información

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