Adiós de Sergio Díaz

Querida familia herculana:

Os escribo estas líneas para agradeceros el apoyo brindado durante las últimas dos temporadas en esta casa. Juntos, hemos vivido muchos éxitos, como el reciente ascenso, y me habéis ayudado muchísimo en los momentos difíciles, respaldándome moralmente y dándome vuestro cariño y afecto.

Nunca olvidaré a los compañeros y a los cuerpos técnicos con los que he tenido el privilegio de compartir vestuario, a la afición herculana, que siempre me ha animado, y a toda la gente del club y periodistas con los que he establecido una relación más allá de lo profesional. Os deseo a todos un futuro lleno de éxitos y alegrías en Primera División.

¡Macho, Hércules!

Con afecto, Sergio Alejandro Díaz

Eso es salir por la puerta grande de un club. No habrá sido actor protagonista en el ascenso, pero sin duda, ha sido uno de los mejores actores de reparto. Un profesional como la copa de un pino. Unos días habrá estado más acertado y otros menos, pero su entrega por la camiseta blanquiazul fue total.

Desde su llegada a Alicante hace dos años, se ha pasado muchos más minutos en el banquillo y en la grada que en el terreno de juego. Una veces por lesión, otras por decisión técnica. Nunca dijo una palabra más alta que otra. Ni un reproche, ni una queja. Ni con Mandiá, ni con Esteban Vigo.

Conocía perfectamente su rol y lo aceptaba. Un jugador de club. Un jugador que cualquier entrenador quisiera tener en su equipo. Suerte en tu nueva andadura en el Nástic de Tarragona. Recuerda que tu nombre siempre estará grabado en la mente de los herculanos, como uno de los componentes de la plantilla que nos devolvió a Primera. Alicante siempre será tu casa.

Gracias a ti.