El duelo entre el máximo goleador de la categoría y el menos goleado, se lo llevó el segundo, el Hércules. Y se lo llevó mostrando su mejor virtud, la defensa. Este equipo es una muralla, no da un metro a su rival. Regala el balón si es necesario, pero los jugadores corren y pelean como titanes.
El resultado no podía ser otro que 0-1, séptima victoria con idéntico marcador. Y eso ya no es una casualidad. Mandiá tiene muy claro como hay que jugar en esta categoría, aún así recibimos críticas por el estilo de juego. A todos los que les enerva nuestra forma de jugar hay que recordarles que las tres derrotas que hemos sufrido han sido recibiendo de nuestra propia medicina. Ningún equipo se ha comido al Hércules, como decía David Vidal, con oleadas de fútbol. Ni tampoco ningún conjunto despliega el fútbol del Barcelona de Guardiola o de la Selección Española. Igual habría que mirarse primero al espejo...
Tras dos derrotas consecutivas y sin marcar ningún gol, los blanquiazules viajaban a Vigo con ciertas dudas. Pero Mandiá no cambió ni un ápice su planteamiento. Sergio Alejandro Díaz y Arbilla suplieron las bajas de Peña y Samuel y lo hicieron con nota. Lo de Arbilla es digno de mencionar. Ha jugado prácticamente de todo, de lateral por la derecha y por la izquierda, de central, de mediocentro y hasta de extremo. Es el jugador número 12 del Hércules.
En la parte de arriba volvió Carlos Calvo y repitieron Callejón y Urko, que respondió a la confianza de Mandiá con otro golito decisivo. El delantero vasco, que hace tan sólo tres años jugaba en Tercera División, mientras trabajaba en la obra, se está convirtiendo en uno de los ídolos de la afición. Siempre está donde tiene que estar. Ayer convirtió un mal remate de Mora en un gol que vale su peso en oro.
De esta forma llegamos al partido frente al Elche, con la moral por las nubes. Mandiá inauguró la semana del derbi ayer mismo en la rueda de prensa post partido haciendo un llamamiento a toda la sociedad alicantina para llenar el Rico Pérez. Ojalá se cumplan los mandamientos del técnico herculano.
Foto: Faro de Vigo/Ricardo Grobas
El resultado no podía ser otro que 0-1, séptima victoria con idéntico marcador. Y eso ya no es una casualidad. Mandiá tiene muy claro como hay que jugar en esta categoría, aún así recibimos críticas por el estilo de juego. A todos los que les enerva nuestra forma de jugar hay que recordarles que las tres derrotas que hemos sufrido han sido recibiendo de nuestra propia medicina. Ningún equipo se ha comido al Hércules, como decía David Vidal, con oleadas de fútbol. Ni tampoco ningún conjunto despliega el fútbol del Barcelona de Guardiola o de la Selección Española. Igual habría que mirarse primero al espejo...
Tras dos derrotas consecutivas y sin marcar ningún gol, los blanquiazules viajaban a Vigo con ciertas dudas. Pero Mandiá no cambió ni un ápice su planteamiento. Sergio Alejandro Díaz y Arbilla suplieron las bajas de Peña y Samuel y lo hicieron con nota. Lo de Arbilla es digno de mencionar. Ha jugado prácticamente de todo, de lateral por la derecha y por la izquierda, de central, de mediocentro y hasta de extremo. Es el jugador número 12 del Hércules.
En la parte de arriba volvió Carlos Calvo y repitieron Callejón y Urko, que respondió a la confianza de Mandiá con otro golito decisivo. El delantero vasco, que hace tan sólo tres años jugaba en Tercera División, mientras trabajaba en la obra, se está convirtiendo en uno de los ídolos de la afición. Siempre está donde tiene que estar. Ayer convirtió un mal remate de Mora en un gol que vale su peso en oro.
De esta forma llegamos al partido frente al Elche, con la moral por las nubes. Mandiá inauguró la semana del derbi ayer mismo en la rueda de prensa post partido haciendo un llamamiento a toda la sociedad alicantina para llenar el Rico Pérez. Ojalá se cumplan los mandamientos del técnico herculano.
Foto: Faro de Vigo/Ricardo Grobas
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