Es curioso que gracias al Hércules, en parte, Lillo fichó por el Almería. Tras eliminar al conjunto andaluz el año pasado en la Copa del Rey, Hugo Sánchez fue destituido y Lillo su recambio. De nuevo estaba en las manos del conjunto blanquiazul el despido de un técnico. Y si Ulloa no llega a empatar, probablemente, Juanma Lillo estaría a estas horas en el paro. Pero el Almería empató, más por corazón y garra que por juego.
El partido empezó con el equipo rojiblanco dominando y el Hércules esperando en su campo muy juntito. La baja de Drenthe a última hora unida a la de Trézéguet por sanción trastocó los planes y la alineación inicial era irreconocible. La sorpresa en las grada blanquiazul del Estadio de los Juegos Mediterráneos era mayúscula. Muchos de los 1.000 que estuvimos allí no sabíamos lo que había pasado y cuando saltaron a calentar los jugadores lo más repetido era: "¿Dónde está Drenthe? ¿Y Fritzler? ¿Qué hace ahí Thomert?"
El boquerón se la jugó con un doble pivote muy ofensivo formado por Tiago y Abel Aguilar que no supieron adueñarse del centro del campo en la primera mitad. Además la salida del balón era muy lenta con Rufete y Thomert por las bandas. Valdez intentaba tirar del carro en ataque mientras que Portillo estuvo desaparecido.
La primera mitad fue sosa y aburrida. Las ocasiones más claras las tuvieron los locales. Para colmo, se lesionó Abraham Paz, que ya sabemos que estará un mes de baja. Rodríguez lo sustituyó y estuvo a un gran nivel. El Hércules aprovechó su única oportunidad para adelantarse en el marcador. Rufete dejó en bandeja el gol a Valdez para que el león paraguayo igualara a Trézéguet como pichichi herculano. Al descanso un increible 0-1 campeaba el marcador.
En la segunda parte, el Almería se mostró nervioso, impreciso y los visitantes se fueron creciendo. Tiago y Abel Aguilar robaban balones pero no había velocidad arriba. A Portillo, Thomert y Rufete se les notaba la falta de rodaje y de minutos. La afición almeriense se empezaba a impacientar y los primeros pitos no se hicieron esperar. Lillo cambió el rumbo del partido quitando a Uche, jugador que el Almería nos quiso colar en verano por 2 millones de euros y que ayer fue el más pitado por su propia afición. Ulloa en 30 minutos hizo más que Kalu Uche en 1 hora.
El Almería se acercaba cada vez con más peligro a la portería de Calatayud, mientras que Diego Alves evitaba la sentencia blanquiazul. Cuando todo el estadio cantó al unísono "¡Lillo vete ya!" llegó el gol del empate que salvaba la cabeza del tolosarra.
En resumen, como dijo Esteban Vigo en la rueda de prensa posterior al encuentro, el Hércules perdió dos puntos en tierras andaluzas. Dos puntos que hubieran servido para afrontar el encuentro contra el Real Madrid con más traquilidad. Pero antes del Madrid, llega el Málaga esta noche, en la ida de los 1/16 de Copa del Rey. El fútbol no para.
El partido empezó con el equipo rojiblanco dominando y el Hércules esperando en su campo muy juntito. La baja de Drenthe a última hora unida a la de Trézéguet por sanción trastocó los planes y la alineación inicial era irreconocible. La sorpresa en las grada blanquiazul del Estadio de los Juegos Mediterráneos era mayúscula. Muchos de los 1.000 que estuvimos allí no sabíamos lo que había pasado y cuando saltaron a calentar los jugadores lo más repetido era: "¿Dónde está Drenthe? ¿Y Fritzler? ¿Qué hace ahí Thomert?"
El boquerón se la jugó con un doble pivote muy ofensivo formado por Tiago y Abel Aguilar que no supieron adueñarse del centro del campo en la primera mitad. Además la salida del balón era muy lenta con Rufete y Thomert por las bandas. Valdez intentaba tirar del carro en ataque mientras que Portillo estuvo desaparecido.
La primera mitad fue sosa y aburrida. Las ocasiones más claras las tuvieron los locales. Para colmo, se lesionó Abraham Paz, que ya sabemos que estará un mes de baja. Rodríguez lo sustituyó y estuvo a un gran nivel. El Hércules aprovechó su única oportunidad para adelantarse en el marcador. Rufete dejó en bandeja el gol a Valdez para que el león paraguayo igualara a Trézéguet como pichichi herculano. Al descanso un increible 0-1 campeaba el marcador.
En la segunda parte, el Almería se mostró nervioso, impreciso y los visitantes se fueron creciendo. Tiago y Abel Aguilar robaban balones pero no había velocidad arriba. A Portillo, Thomert y Rufete se les notaba la falta de rodaje y de minutos. La afición almeriense se empezaba a impacientar y los primeros pitos no se hicieron esperar. Lillo cambió el rumbo del partido quitando a Uche, jugador que el Almería nos quiso colar en verano por 2 millones de euros y que ayer fue el más pitado por su propia afición. Ulloa en 30 minutos hizo más que Kalu Uche en 1 hora.
El Almería se acercaba cada vez con más peligro a la portería de Calatayud, mientras que Diego Alves evitaba la sentencia blanquiazul. Cuando todo el estadio cantó al unísono "¡Lillo vete ya!" llegó el gol del empate que salvaba la cabeza del tolosarra.
En resumen, como dijo Esteban Vigo en la rueda de prensa posterior al encuentro, el Hércules perdió dos puntos en tierras andaluzas. Dos puntos que hubieran servido para afrontar el encuentro contra el Real Madrid con más traquilidad. Pero antes del Madrid, llega el Málaga esta noche, en la ida de los 1/16 de Copa del Rey. El fútbol no para.
Una pena los tres puntos que se le escaparon al Hercules , que parecían claros .
ResponderEliminarUn saludo
Creo que el partido no estuvo bien leido por Esteban Vigo en los últimos veinte minutos. En mi opinión, uno de los cambios que pedía el partido en esos momentos cuando se inició el correcalles sobre el cesped, era la inclusión del argentino Matías Fritzler para intentar que el centro del campo parara el partido, se pusiera una pausa en un encuentro cuyo ritmo no le convenía a nuestro equipo y en definitiva no llegara el Almería tan facilmente a las inmediaciones de nuestra area y mantuvieramos mucho más tiempo el balón en nuestro poder.
ResponderEliminarPor otra parte también he de decir, que el resultado no me parece injusto porque pudimos perderlo ya que el conjunto andaluz nos perdonó oportunidades que un equipo con más calidad y que no hubiera estado en su situación, no lo hubiera hecho amén de la muy buena actuación de Calatayud.
Una pena que se nos escaparan esos dos que considero hubieran sido importantísimos teniendo en cuenta el partido que tenemos hoy en el Rico Pérez y la próxima salida a Pamplona ante otro equipo de nuestra liga que ha pasado de estar en puestos de descenso a situarse en la zona tibia de la clasificación. Así está la primera división esta temporada y por lo tanto no podemos dormirnos.
Un gran saludo
Joan