Punto de casta, luchado, peleado hasta la extenuación, ante un rival que, a pesar de ser colista, no lo puso nada fácil. La gente que sólo haya visto el resultado puede pensar que fue un partido aburrido, pero nada más lejos de la realidad. Fue un choque abierto, bonito, durante muchos minutos totalmente roto, con poco centrocampismo y con ocasiones claras para ambos equipos.
Si esto fuese boxeo, probablemente hubiese ganado el Zaragoza a los puntos. Los maños estrellaron dos balones en los postes, uno en cada mitad y Abel Aguilar salvó bajo palos un gol cantado en el minuto 93. Sin embargo, el conjunto de Esteban Vigo también gozó de buenas oportunidades. En la primera parte, Leo Franco despejó con el pie un tiro de Tote a bocajarro. Y tras el descanso, Trezeguet estampó un balón caído del cielo en el cuerpo del guardameta argentino, cuando tenía toda la portería para él.
Calatayud volvió a estar fenomenal, pero sin duda el mejor del conjunto blanquiazul fue Pamarot 'The Rock'. Callando bocas, imperial el central francés. La verdad es que la zaga herculana, al igual que en el Camp Nou, rayó la perfección. Dos partidos fuera de casa y cero goles en contra. Quizá el traje de abeja transforme a los jugadores, ya que los cuatro puntos conseguidos han sido con esa equipación.
El Hércules echó de menos a Valdez. Decíamos ayer que era el día de Tote, pero al madrileño estuvo muy impreciso, la varita que saca a relucir otras tardes no le funcionó en La Romareda. La sorpresa en la alineación fue Rufete, que sustituyó a Tiago. El de Benejúzar es todo un profesional, un jugador que hace vestuario, pero lamentablemente los años no pasan en balde. Lo veo un tío muy válido, pero el equipo ayer necesitaba otra cosa.
Y tras este encuentro continúa la montaña cuesta arriba. El domingo nos visita el Sevilla, que si gana hoy se pondrá líder, pese a que Antonio Álvarez sigue cuestionado. La Liga no para.
Si esto fuese boxeo, probablemente hubiese ganado el Zaragoza a los puntos. Los maños estrellaron dos balones en los postes, uno en cada mitad y Abel Aguilar salvó bajo palos un gol cantado en el minuto 93. Sin embargo, el conjunto de Esteban Vigo también gozó de buenas oportunidades. En la primera parte, Leo Franco despejó con el pie un tiro de Tote a bocajarro. Y tras el descanso, Trezeguet estampó un balón caído del cielo en el cuerpo del guardameta argentino, cuando tenía toda la portería para él.
Calatayud volvió a estar fenomenal, pero sin duda el mejor del conjunto blanquiazul fue Pamarot 'The Rock'. Callando bocas, imperial el central francés. La verdad es que la zaga herculana, al igual que en el Camp Nou, rayó la perfección. Dos partidos fuera de casa y cero goles en contra. Quizá el traje de abeja transforme a los jugadores, ya que los cuatro puntos conseguidos han sido con esa equipación.
El Hércules echó de menos a Valdez. Decíamos ayer que era el día de Tote, pero al madrileño estuvo muy impreciso, la varita que saca a relucir otras tardes no le funcionó en La Romareda. La sorpresa en la alineación fue Rufete, que sustituyó a Tiago. El de Benejúzar es todo un profesional, un jugador que hace vestuario, pero lamentablemente los años no pasan en balde. Lo veo un tío muy válido, pero el equipo ayer necesitaba otra cosa.
Y tras este encuentro continúa la montaña cuesta arriba. El domingo nos visita el Sevilla, que si gana hoy se pondrá líder, pese a que Antonio Álvarez sigue cuestionado. La Liga no para.
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