
Aunque llevemos tres partidos consecutivos sin marcar, en los que se han cosechado tres derrotas, no sería justo empezar a sacar datos negativos tras este enfrentamiento, porque las posibilidades de otra sorpresa eran mínimas. El balance, esta temporada, ante el mejor Barcelona de la historia y probablemente ante el mejor equipo de la historia de la Liga, son 3 puntos de 6 posibles. Sólo el Mallorca de Laudrup podrá rascar más puntos ante los catalanes que nosotros. Por tanto, no podemos quejarnos.
Esteban Vigo quiso ser algo más ofensivo que en el Camp Nou, al menos en el planteamiento inicial. Doble pivote con Tote y Kiko en las bandas y Valdez y Trézéguet arriba. Mientras el eje de la zaga lo ocuparon Rodríguez y Sarr, los dos centrales suplentes, que pese a lo abultado del marcador no lo hicieron nada mal.
La apuesta no salió mal los primeros 40 minutos. De hecho, 'Le Roi' David tuvo la mejor oportunidad del encuentro para adelantar al Hércules. Esta vez, el ariete francés no acudió a su cita de siempre con el gol en el Rico Pérez. Y como suele ocurrir ante los grandes, quien perdona la paga. Pedro adelantó a los vistantes al filo del descanso y se acabó el partido.
La segunda parte fue vibrante por lo corto del resultado. Pero tampoco se puede decir que los culés sufrieran en exceso. Incluso, hubo tiempo para que Farinós fuera ovacionado después de estar siete meses alejado de los terrenos de juego. La alegría de volver a ver a Farinós dirigiendo al equipo sólo duró 15 minutos, lo que tardó el valenciano en ver dos tarjetas amarillas que le privarán de jugar en Mestalla.
El Barcelona, algo dolido todavía con el resultado de la ida, aprovechó los últimos cinco minutos, en los que los blanquiazules estaban con 10, para inflar el tanteador final. Messi, que no había aparecido en todo el partido, aprovechó ese período de tiempo para hacer un doblete y dejar un marcador más que engañoso.