Con algo de retraso, tras el desplazamiento a Almería, voy a dar mi opinión sobre el partido. Uno de los pocos encuentros abiertos que ha disputado nuestro equipo esta temporada. El conjunto de Mandiá, no se conformó con el empate e intentó llevarse los tres puntos de tierras andaluzas. Se olvidó de la solidez defensiva que le caracteriza para irse un poco más al ataque. Y eso hizo que los rojiblancos crearan también sus ocasiones para evitar las tablas.
Desde el pitido inicial los locales llevaron la iniciativa. La primera media hora aún nos recordaba el derbi de la semana pasada. Los de Lucas Alcaraz ahogaron la salida de balón de los blanquiazules que eran incapaces de pasar de medio campo tocando el balón. El Almería gozó de varias oportunidades a balón parado, sin llegar a rematar cómodamente a la meta defendida por Falcón. Hasta que en el minuto 31, Ulloa ¿quién si no?, adelantaba a los suyos. El pichichi de la categoría no perdonó un fallo en cadena de la defensa herculana.
A partir de ahí, el Hércules fue otro. Se recompuso muy bien y por suerte, el empate no se hizo esperar mucho. Tres minutos después Carlos Calvo se aprovechó de un rechace, al saque de una falta para igualar el partido. De esta forma íbamos a llegar al descanso.
En la segunda mitad, empezaron dominando los visitantes. El líder se quitó los miedos, empezó a tocar más y mejor. Carlos Calvo, Míchel y Aganzo se buscaban. Incluso Abel Aguilar, que no nos tiene acostumbrados esta temporada, se sumaba al ataque. El único que desentonaba en la parte de arriba era Tiago. El portugués está llamando a las puertas del banquillo con mucha insistencia en los últimos encuentros. No creo que Mandiá lo siente de momento, otra cosa será cuando Tote esté al cien por cien.
Las ocasiones se fueron sucediendo, Carlos Calvo encaraba por la banda izquierda una y otra vez. Una de ellas le hicieron un penalti de libro, que el colegiado obvió. Lo intentó también desde fuera del área, pero siempre se encontraba con Esteban. Sin embargo, la ocasión más clara la tuvo el colombiano Abel Aguilar. Un mano a mano con el meta local que estrelló en el lateral de la red.
Pero no todo fueron ocasiones blanquiazules. Al Almería también apretó por momentos. Falcón volvió a salvar un puntito sacando una mano prodigiosa a bocajarro cuando el estadio ya cantaba el gol. Los almerienses lo intentaban con centros a Ulloa, que llevó todo peso del ataque, pero el marcador no se movió más.
A la postre, reparto de puntos entre dos equipos recién descendidos que casi con total seguridad estarán arriba al final de temporada.
Desde el pitido inicial los locales llevaron la iniciativa. La primera media hora aún nos recordaba el derbi de la semana pasada. Los de Lucas Alcaraz ahogaron la salida de balón de los blanquiazules que eran incapaces de pasar de medio campo tocando el balón. El Almería gozó de varias oportunidades a balón parado, sin llegar a rematar cómodamente a la meta defendida por Falcón. Hasta que en el minuto 31, Ulloa ¿quién si no?, adelantaba a los suyos. El pichichi de la categoría no perdonó un fallo en cadena de la defensa herculana.
A partir de ahí, el Hércules fue otro. Se recompuso muy bien y por suerte, el empate no se hizo esperar mucho. Tres minutos después Carlos Calvo se aprovechó de un rechace, al saque de una falta para igualar el partido. De esta forma íbamos a llegar al descanso.
En la segunda mitad, empezaron dominando los visitantes. El líder se quitó los miedos, empezó a tocar más y mejor. Carlos Calvo, Míchel y Aganzo se buscaban. Incluso Abel Aguilar, que no nos tiene acostumbrados esta temporada, se sumaba al ataque. El único que desentonaba en la parte de arriba era Tiago. El portugués está llamando a las puertas del banquillo con mucha insistencia en los últimos encuentros. No creo que Mandiá lo siente de momento, otra cosa será cuando Tote esté al cien por cien.
Las ocasiones se fueron sucediendo, Carlos Calvo encaraba por la banda izquierda una y otra vez. Una de ellas le hicieron un penalti de libro, que el colegiado obvió. Lo intentó también desde fuera del área, pero siempre se encontraba con Esteban. Sin embargo, la ocasión más clara la tuvo el colombiano Abel Aguilar. Un mano a mano con el meta local que estrelló en el lateral de la red.
Pero no todo fueron ocasiones blanquiazules. Al Almería también apretó por momentos. Falcón volvió a salvar un puntito sacando una mano prodigiosa a bocajarro cuando el estadio ya cantaba el gol. Los almerienses lo intentaban con centros a Ulloa, que llevó todo peso del ataque, pero el marcador no se movió más.
A la postre, reparto de puntos entre dos equipos recién descendidos que casi con total seguridad estarán arriba al final de temporada.
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