Y al octavo mes resucitó. Ocho meses sin jugar un partido oficial como titular, pero ahí estaba Farinós para sacar al Hércules de la encrucijada en la que se había metido tras 80 minutos sin rumbo. Dos jugadas puntuales en las que 'FariDios' fue el gran protagonista dieron la vuelta a un encuentro más que gris.
Si no tenemos en cuenta el resultado final, fue un partido para olvidar en todos los aspectos. En el terreno de juego el equipo no era capaz de darle salida al balón. Trézéguet se aburría arriba. Sólo la magia de Tote en contadas ocasiones y algunos destellos de Farinós, despertaron a los aficionados. Un Rico Pérez con 25.000 gargantas, que poco alentaron. Pese a la nueva zona de animación en fondo norte, el ambiente era frío. Y desde el banquillo, tampoco se ponía solución a lo que estaba ocurriendo en el césped. Aunque el equipo remontara, creo que Esteban Vigo se equivocó al intentar cambiar la situación. Portillo y Trézéguet se anulan. No hay espacio para los dos juntos. Tote desapareció en banda. Y Tiago tenía que haber abandonado el campo mucho antes.
El once inicial volvía a estar muy mermado. Esta vez faltaban Abraham Paz, Peña, Valdez y Drenthe. El gol tempranero, una vez más, del Zaragoza no hacía presagiar una buena tarde. Kiko y Thomert volvían a tener la oportunidad de ser titulares pero no lo aprovecharon. Ninguno de los dos estuvo a la altura de la final que se estaba jugando. Tiago tampoco tuvo su día, mostrando apatía en algunas acciones. Tote sufría el marcaje al hombre de Ponzio, que no le dejaba ni respirar al madrileño. Y el equipo, en general, no estaba dando la talla.
Así llegamos al minuto 80 en el que Farinós se sacó de la chistera un zurdazo desde veintimuchos metros que se colacaba por la mismísima escuadra de Leo Franco. En ese momento, despertó el equipo y la afición. Quedaban diez minutos para ganar el partido y el gol-average al Zaragoza. Y apareció Farinós de nuevo. Pase del quarterback blanquiazul, a la espalda de la defensa mañana y gol de 'Le Roi' Trézéguet. Éxtasis en el Rico Pérez.
El Hércules fue capaz de ganar su primera final de la temporada jugando mal. Respiramos, al menos, una semana. Queda mucho que sufrir todavía...
Si no tenemos en cuenta el resultado final, fue un partido para olvidar en todos los aspectos. En el terreno de juego el equipo no era capaz de darle salida al balón. Trézéguet se aburría arriba. Sólo la magia de Tote en contadas ocasiones y algunos destellos de Farinós, despertaron a los aficionados. Un Rico Pérez con 25.000 gargantas, que poco alentaron. Pese a la nueva zona de animación en fondo norte, el ambiente era frío. Y desde el banquillo, tampoco se ponía solución a lo que estaba ocurriendo en el césped. Aunque el equipo remontara, creo que Esteban Vigo se equivocó al intentar cambiar la situación. Portillo y Trézéguet se anulan. No hay espacio para los dos juntos. Tote desapareció en banda. Y Tiago tenía que haber abandonado el campo mucho antes.
El once inicial volvía a estar muy mermado. Esta vez faltaban Abraham Paz, Peña, Valdez y Drenthe. El gol tempranero, una vez más, del Zaragoza no hacía presagiar una buena tarde. Kiko y Thomert volvían a tener la oportunidad de ser titulares pero no lo aprovecharon. Ninguno de los dos estuvo a la altura de la final que se estaba jugando. Tiago tampoco tuvo su día, mostrando apatía en algunas acciones. Tote sufría el marcaje al hombre de Ponzio, que no le dejaba ni respirar al madrileño. Y el equipo, en general, no estaba dando la talla.
Así llegamos al minuto 80 en el que Farinós se sacó de la chistera un zurdazo desde veintimuchos metros que se colacaba por la mismísima escuadra de Leo Franco. En ese momento, despertó el equipo y la afición. Quedaban diez minutos para ganar el partido y el gol-average al Zaragoza. Y apareció Farinós de nuevo. Pase del quarterback blanquiazul, a la espalda de la defensa mañana y gol de 'Le Roi' Trézéguet. Éxtasis en el Rico Pérez.
El Hércules fue capaz de ganar su primera final de la temporada jugando mal. Respiramos, al menos, una semana. Queda mucho que sufrir todavía...
Buena columna de opinión Hincha, como siempre, pero esta vez y creo que es la primera ocasión, difiero en una cuestión sobre tu comentario.
ResponderEliminarSabes que no soy precisamente un admirador de Esteban por su forma de leer los partidos y sus cambios que son muchas veces difíciles de entender,lo ha demostrado muchas veces esta temporada, pero ayer creo que acertó en sacar a Portillo y mantenerlo en el campo junto a Trezeguet y la inclusión(que yo hubiera hecho antes) de Cristian en el encuentro.
Sinceramente pienso que al margen de la opinión en el terreno futbolístico que pueda tener sobre Portillo, su entrada en el campo supuso muchas dudas en la zaga del Real Zaragoza. No entro a juzgar si se solapan Portillo y Trezeguet juntos en el terreno de juego pero ayer, en mi opinión, el cambio supuso desordenar y crear situaciones confusas en la hasta entonces bien pertrechada zaga maña y su entrenador no pudo o no supo corregir esta cuestión.
Por su parte, Cristian le dió más sentido al fútbol del equipo y se evidenció con su entrada, que este jugador hace que el balón se mueva sobre el cesped con mayor rapidez lo que favorece que el equipo contrario no se encuentre tan cómodo sobre el terreno de juego.
Ayer, los cambios, bajo mi punto de vista, creo que fueron acertados, no así otras facetas en el juego del equipo y sigo diciendo que se sigue equivocando pensando que hay cosas que no se pueden entrenar y que toda la responsabilidad es de los jugadores.
Hasta la concentración se puede entrenar....
Un fuerte saludo Hincha.
Me alegro por Farinós despues de su larga lesión es expulsado en su vuelta a los terrenos de juego . Al menos el partido que se marcó contra el Zaragoza le hará recuperar sensaciones .
ResponderEliminarUn saludo
Muy muy importante la victoria ante un rival directo para lograr la permanecia.
ResponderEliminarUn saludo.
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